domingo, 16 de mayo de 2010

Sombras del Inframundo - Capitulo VI

Montserrat se desperto al dia siguiente luego de un extraño sueño. Un mundo lleno de sombras, igual al real pero.. diferente.
La tarde de aquel dia, luego del horario de clases, Phineo se llevo a Maki al parque. Busco un lugar alejado de la gente y le mostro algunos de sus recuerdos de su mundo, del cual tambien, supuestamente, Maki provenia. Piedras entre otras cosas.
Ambos se encontraban sentados junto a un arbol, muy juntos. Maki dejaba que el se tomara confianza, tenia la idea de que.. él la protegeria.
Maki – Nunca hablas de tu mundo.
Phineo – Tambien es tu mundo. –dejando la caja de recuerdos a un lado- Prefiero no hablar de ese lugar.
Maki – Pero.. se supone que es tu hogar, o no?
Él se quedo callado, mirando hacia el cielo que se veia tapado por las ramas del arbol. Luego de dar un largo suspiro respondio, sin dirigirle la vista a Maki.
Phineo – Como decirle a un lugar hogar.. si sabes que nadie te estara esperando alli.
Maki se quedo callada, que podria responder a eso? Luego de vacilar un rato, intentando armar algo que decir dentro de su mente, ella se levanto e intento dar un paso adelante, cuando su pie se engancho con la cinta del morral de ella. Resbalo y torpemente cayo al suelo, quedando medio cuerpo encima de Phineo.
Phineo – Que torpe eres, estas bien? –sosteniendola en sus brazos-
Maki estaba totalmente sonrojada, estar recostada en él, acobijada por sus brazos se sentia muy bien. Le gustaba mucho. Ambos se quedaron mirando en silencio, y ella pudo sentir un leve susurro que dio Phineo, “Maki”.
Accedio a tomarlo por la nuca y acercandolo a ella, lo beso. Pronto el le respondio el beso. Maki pudo sentir como sus labios, suaves para ella, jugaban con los suyos. Lentamente el metio su lengua en la boca de ella, jugando, aabrazandola fuerte. Maki no pudo resistir el abrazarlo tambien, suavemente, estaba nerviosa.
Luego de un rato, Phineo se alejo un poco de ella y apenas rozandose las narices, se miraron. Su mirada se perdia en los grises ojos de Maki, eran del color de la niebla. En un momento algo paso por su cabeza, Maki logro darse cuenta por aquella extraña reaccion que tuvo. La solto, dejandola en el suelo, se levanto y tomo la mochila.
Phineo – Lo siento, no debi hacerlo.
Maki – Que dices? –mirandolo sentada en el pasto, junto al arbol-
Phineo – El besarte, perdon. –dandole la espalda-
Maki – Pero que dices? Quien te beso fui yo, si te molesto deberia ser yo quien te pidiera perdon.
Phineo – Maki, Te quiero. Eres una excelente chica pero.. no puedo.
Maki – No entiendo.
Phineo – Lo siento, lo siento mucho. Debo irme ahora.
Sin decir mas, se monto la mochila en su espalda y se alejo lo mas rapido posible.
Maki se quedo un rato mas en el parque, acariciando sus labios. Que le ocurria a Phineo? Aquella pregunta daba vueltas en la cabeza de Maki.

Al otro dia, un dia libre, Maki se levanto temprano y salio de su casa. Tomo el movil mientras caminaba por la calle, sin rumbo fijo, e ingreso el numero del celular de Phineo y se puso el audifono en el oido, preparada para que él atendiera la llamada. Sintio el tono el su oido hasta que atendio la contestadora.
Maki – Creo que hice algo mal.. –dijo para si misma-
Aquello, lo ocurrido la tarde anterior, le habia gustado mucho. Quizas no debio haberlo hecho, Phineo por otro lado no le agradaba mucho. Tenia un carácter que, para ella, era sofocante. Era algo cotidiano el verlos discutir en la escuela por cualquier cosa. A los demas le divertia eso, era una manera de pasar el tiempo.
Sin notarlo llego al parque, cerca del lago. Recordaba cada momento de la tarde anterior, pero, estaba muy confundida. Quizas, comenzo a creer, deberia comenzar a olvidarlo. Phineo seguramente estaria interesado en alguien mas.
Se detuvo frente al lago, miro con delicadeza las flores en el agua. Como una fuerte ventisca todo alli se volvio oscuro. El agua se convirtió en lava, el cielo se oscurecio, la poca luz en el lugar tenia un aspecto siniestro.
Maki se apresuro a correr al poco ver a las sombras aparecer, no habia traido arma alguna, su nuevo baston estaba en su casa. Corria lo mas rapido que podia cuando una sombra, esta vez con forma de lobo, se formo del suelo y la asusto, haciendo que esta cayera en el suelo. Sintio que no podia apartar los ojos de él, rojos. Estaba en el suelo, sus manos temblaban. Cuando menos se lo espero el lobo se avalanzo sobre ella y de un cabezazo la lanzo contra un arbol, que ahora representaba la muerte misma. Con pocas fuerzas comenzo a levantarse en el suelo, pero el golpe habia sido tan fuerte que casi la deja inconciente.
De un estiron, sintio como alguien por su espalda comenzo a levantarla tomandola del cabello. Lo minimo que pudo hacer fue gritar, hasta que después comenzo a contener hasta las lagrimas. De repente, una seca voz de unos labios carnosos se dejo oir por su oido izquierdo..
¿? - Dime donde esta el guerrero de la doncella Lucila y prometo no hacerte daño.
Maki – No se de que me hablas.. –tomando a la misteriosa, notablemente mujer, por la mano que sujetaba de ella- sueltame!
¿? - No hasta que no hagas lo que yo digo, principiante. Ustedes no deberian ser tan arrogantes con maestros del fuego supremo como nosotros. Dime donde esta el guerrero de Lucila.. ahora!! –samarreando a Maki aun tomada del pelo-
Maki – Te digo que no se!! –casi por soltar lagrimas-
En ese momento, fue Kain quien aparecio para ayudarla. Portaba un sable-pistola, como si fuera una escopeta con una gran espada. Se presuro entonces a atacar a la misteriosa joven y en cuanto esta se alejo, Maki se acerco a Kain y asi logro ver el rostro de aquella chica.
Ojos amarillos, cabello corto violeta oscuro y un sensual atuendo negro. En sus caderas se lucian dos cuchillas gemelas en un cinturón de cuero marron oscuro. La joven miro fijamente a Kain, sonreia.
Kain – Que sorpresa encontrarme contigo. –dijo sin sorprenderse-
¿? - Lo mismo digo joven Kain, el tiempo no le ha hecho daño a tu cara de niño.
Kain – Por favor, no me halagues. Eres solo tu quien se ve como una vieja.
Maki – Hey, quien es esta?
Kain – Ella es Tina, una destacada guerrera del fuego sagrado.
Tina – Quiero que le des un recado a tu joven amigo. Dile que lo vere en luna nueva en este mismo lugar, sera una reunion.. amigable –dijo con delicadeza antes de desaparecer, junto a las sombras-
Tan pronto como todo volvio a la normalidad, Kain hizo desaparecer su arma entre sombras.
Kain – Debo llevarte a tu casa. –tomando a Maki de la mano, llevandola hacia un lado-
Maki – Espera.. explicame quien era ella, que queria? Y quien es el guerrero de Lucila?
Al escuchar lo ultimo que Montserrat habia dicho, Kain se detuvo y se voltio de golpe hacia ella, clavando su mirada en los ojos de Maki.
Kain – Callate. –Kain se veia serio, a comparación de su aspecto cotidiano, alegre y amable- Ven conmigo.
Maki sin negarse ni objetar nada lo siguió, aunque no supiera hacia donde la llevara.
Al poco rato, entre apuros en las calles de la ciudad, ambos llegaron a la casa de Maki, donde los estaba esperando Bruno en la puerta. Llevaba toda la ropa sucia, algo habia ocurrido. Ni bien lo vio, Maki se avalanzo sobre él, abrazandolo fuerte.
Maki – Hermano, que te ocurrio? –observandolo de pies a cabeza- Que te ha pasado? –acariciendole el rostro-
Bruno solo permanecio un momento en silencio, mirando fijamente a su hermana, hasta que luego la abrazo fuerte. Él era, almenos, una cabeza mas alta que ella, lo que hacia que ella pareciera aun mas niña a su lado.
Bruno – Que bueno que estas bien, estaba preocupado. –dijo- Muchas gracias, Kain. Ha pasado algo? –mirandolo fijo, soltando un poco a Maki-
Kain – Pues si.. mejor pasemos adentro. Tu sabes


Por otro lado, Phineo estaba junto a Liley en una plaza no muy lejos de alli. Ella tenia su bolso preparado. Ambos estaban sentados en un banco a la sombra de un arbol, en la plaza solo estaban ellos dos. Phineo sostenia una carta en la mano, permanecia callado. Liley por otro lado tenia las manos una encima de la otra encima de su regazo.
Liley – Necesito que me prometas algo.
Phineo – Solo dimelo y listo –en tono seco-
Liley – Prometeme que cuidaras de mi amiga, ella aun no sabe protegerse bien. Y se que Bruno no podra estar mucho cerca de ella, estara ocupado como siempre.
Phineo – Sabes que si Bruno esta cerca de Maki yo no podre hacer mucho.. lo sabes bien.
Liley – Si, pero creo que confio mas en ti que en él. –se levanta-
Acto seguido toma su bolso y mira, bajando un poco la mirada, a Phineo, quien permanecia con la vista en el suelo.
Liley – Te vere pronto.
Phineo – No te despediras de Kain?
Liley – Saludalo de mi parte, por favor. –volteando luego de una sonrisa-
Phineo – Sabes que no sera lo mismo.. –murmuro-
Liley – Si lo se. Pero no podria irme si le veo frente a frente.

continuara

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